Enclavado entre los pueblos de Santa Gertrudis y San Lorenzo, este excepcional inmueble de una sola planta goza de un entorno encantador, salpicado de rincones para evadirse del mundo exterior y regodearse en la maravillosa naturaleza de su jardín, diseñado por Chris Hudson y Alexandre Vaxelaire en colaboración con los viveros Jardin Mediterraneo. Nada más entrar por la pintoresca puerta y pasar por debajo del olivo centenario, se cae en el abrazo de la propiedad… ¡y es amor a primera vista! Los elementos interiores incluyen una lámpara de araña de Kevin Reilly, suelos procedentes de las Ardenas belgas (Batisomme), mientras que la piel de los muebles Interni y Liaigre exaltan esta importante renovación del arquitecto belga Laurent Zanusso para Eyeland, orquestada por Alexandra Hombergen, editora de la revista VILLAS.